PUERTO CABELLO, (Prensa Fundación Rosita Corte).- La Fundación “Rosita Corte”, en su afán de apoyar y enaltecer la cultura en la ciudad, acompañó en su recorrido a la popular “Hamaca” en su tradicional baile que arribó a 146 años de historia en Puerto Cabello, lo que marcó el cierre de las celebraciones carnestolendas en el municipio.
Esta tradición del eje costero carabobeño, reúne a miles de personas (nativos y foráneos), que salen a recorrer las principales calles de la ciudad, con coloridas vestimentas y con su cuerpo y rostros pintados de múltiples colores.
San Millán, año a año rememora esta costumbre y con el ritmo de los tambores, danzan desmesuradamente, evocando antiguas maneras de traslado de enfermos y sepelio de los muertos. Este famoso Baile de La Hamaca, es la escenificación de un velorio que comienza la noche del lunes de Carnaval, donde amigos y pobladores, arriban al popular sector para esperar a la luz de las velas, el recorrido y el entierro del siguiente día.
Juan González, presidente de la fundación Rosita Corte, se mostró presto y ávido por vivir la experiencia de esta práctica que mantiene viva la esencia y la magia de la cultura y el folklore de Puerto Cabello.
“La Fundación Rosita Corte nace en honor a una mujer luchadora, una mujer que encontró en esta tierra el calor de un hogar, esa misma que tenía como costumbre ayudar desde su abasto al más necesitado, mi madre siempre decía que este país era hermoso y teníamos que aportar de alguna manera, pues en esta oportunidad, estar presentes en esta tradición como lo es El Baile de La Hamaca, es un aporte para seguir dando importancia a nuestras tradiciones y nuestras raíces, esas que deben prevalecer a pesar del paso del tiempo”, explicó González.
Esta fundación con sede en la ciudad, se fundó hace dos años y desde entonces no ha parado de brindar asistencia en el municipio, desde ayudas médicas, fúnebres, educativas, sociales y deportivas, hasta aportes humanitarios en comunidades, organizando y apoyando verbenas para recaudar fondos para personas con riesgos de salud y con necesidades de tratamientos terapéuticos.
Rosita Corte no trabaja solamente de manera individual, no es egoísta y sirve de apoyo para otras fundaciones y movimientos como por ejemplo la conocida, Ayuda al Niño con Cáncer “Carlos Francisco” (Fancarf) o su similar, Manos para Camila. Ha aportado a movimientos culturales como la Ruta Internacional San Juan El Bautista y la dramatización El Barco Negrero, además de cooperar para el casting de la película El Tirano Aguirre, dirigida por Levy Rossel y mantener una alianza con el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (Irfa), con sede en la Urbanización La Sorpresa, donde se imparten clases desde el básico hasta bachillerato.
Sin duda el poder llevar felicidad a los rostros de los porteños, es el principal objetivo de la Fundación Rosita Corte, que con sus talleres de pasta artesanal, ha llegado a más de 20 comunidades en el municipio, brindándole a la población, recursos a través de oficios, para combatir la escasez de productos que afecta al país.
González enfatizó en la necesidad de seguir sumando y aportando soluciones y ayudas para los porteños. “Seguiremos visitando las diferentes comunidades de la ciudad, debemos seguir avivando las ilusiones y rescatar todos esos valores en las familias, ese debe ser nuestro objetivo principal, trabajar con amor y cariño para hacerle honor al nombre de esta fundación que dedica sus servicios al más necesitado”.
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